• En docente explicó las maravillas de hacer clases en este sector, la importancia de la vocación pedagógica y se refirió al SLEP Atacama.

En pleno valle de la provincia de Copiapó, a 100 kilómetros aproximados de la capital regional y en el marco de un ambiente impávido, con un sol constante y radiante, se encuentra ubicado el sector rural de Rodeo, comuna de Tierra Amarilla, y en su interior, la querida Escuela Básica Rural Jaime Prohens, administrada por el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) de Atacama, donde realiza sus clases, el querido y reconocido profesor, Nicolás Maraboli Cortés.

Amante de la naturaleza, padre de familia y profesor con vocación de servicio público, desde el año 2016, el docente se encuentra a cargo de ejecutar el proyecto pedagógico, educativo y administrativo. A las 7 de la mañana inicia las rondas para preparar el establecimiento y a las 7:30 comienza a recibir a sus estudiantes.

Nicolás cursó estudios de Pedagogía en Biología en la Universidad de Antofagasta, donde no pudo concluir la carrera producto de situaciones personales, no obstante, tras regresar a Copiapó, egresó con éxito el año 2012, de la carrera de Pedagogía General Básica de la Universidad Santo Tomás. Sus inicios laborales comenzaron en la Escuela Manuel Orella de Caldera, más tarde llega a la Escuela Emperatriz Sepúlveda Landeros de Inca de Oro en Diego de Almagro. Posterior a los aluviones del año 2015 en la región de Atacama llegó a Tierra Amarilla.

La Escuela Básica Rural Jaime Prohens, unidocente, cuenta con cursos de multigrado, es decir, desarrolla contenidos pedagógicos en la misma sala de clases a estudiantes de primero a sexto básico. Su creación se remonta al año 1991 en el fundo de la tradicional familia atacameña Prohens. Actualmente posee una matrícula de 7 estudiantes.

¿Cuándo surge el deseo de hacer clases y que puede decir a las futuras generaciones de profesores?

“Cuando cursaba octavo básico tuve compañeros que les resultaban difícil las matemáticas y allí empecé a enseñar. Me di cuenta de que tenía actitudes y así la pedagogía entró en mis expectativas personales de estudio. La pedagogía es una carrera que tiene mucho de dulce y agraz, pero uno ve recompensas cuando observa que sus estudiantes aprenden y más aún, cuando poseen proyección académica y se pueden convertir en futuras personas de bien. Ver una sonrisa de un alumno es algo impagable. Es hermosos compartir los conocimientos que uno tiene ya que causan trascendencia”.

Su trabajo no sólo es pedagógico, sino que también administrativo: ¿Cómo renueva ese compromiso que conlleva una gran responsabilidad?

“Mi trabajo tiene que ver con mi vocación y con el compromiso social que tenemos los profesores rurales. Yo podría estar trabajando en cualquier otro establecimiento educacional, pero siento que aquí es donde tengo algo que entregar. Eso me mantiene en la localidad de Rodeo. Es algo impagable toda esta tranquilidad, escuchar las aves y trabajar en este laboratorio natural”.

¿Cuál es el momento que recuerda con más cariño en la Escuela?

“Todos los días me llevo un recuerdo. Cuando mis estudiantes aprenden un nuevo conocimiento y se sorprenden, para mí es increíble. Un recuerdo hermoso que llevo en el corazón es cuando construimos el huerto escolar y particularmente cuando logramos la primera cosecha. Ver a los niños comer zanahorias y papas pequeñas fue hermoso. Ahí vimos el ciclo de la vida, desde como organizamos los semilleros, aplicando las matemáticas, hasta las ciencias, la naturaleza, por nombrar algunos ejemplos. Hoy día se concibe la educación desde lo integral y eso es una muy buena herramienta para trabajar al aire libre. Por ejemplo, elaboramos clases de historia y geografía desde los cerros”.

¿Qué mejoraría del SLEP Atacama?

“Gracias a las últimas gestiones del sostenedor estamos reparando un caso particular que tuvimos con el agua. Yo creo que, lo que se espera es que se ejecuten obras y no se realicen tantos levantamientos de información. Esto es una tónica común entre los establecimientos. Ojalá se ejecuten pronto los proyectos porque son condiciones y beneficios para los niños. Siempre hay cosas que surgen en el camino y en ese marco, sería bueno contratar auxiliares o maestros que puedan realizar trabajos rápidos, que sean operativos, lamentablemente al licitar, todo se demora”.

¿Cuál es su mensaje para las y los estudiantes de la Escuela Básica Rural Jaime Prohens?

“Que sigan desarrollándose en lo intelectual, pero tambien como buenas personas. El aprendizaje va más allá de lo que sabemos, ya que tambien se refleja en como actuamos. Es muy importante aprender a convivir y por eso nosotros tratamos de desarrollar esas habilidades sociales. Los problemas de la sociedad tienen relación con no saber convivir y nuestra escuela genera comunidad. La familia es importante en esto. Hoy se puede crecer académica y personalmente. Querer es poder, por lo tanto, mi llamado es a tener objetivos y lograrlos”.